Amo a los animales en general y a los perros en particular.
De chica no me dejaron tener.
Lo primero que hice cuando me fui a vivir sola, hace ya muchos años, fue adoptar un pichicho; con él y una amiga nos recorrimos todo el Sur de la Argentina en carpa.
En una época en que no estaba ni la moda ni el furor de tener perro, hubo quienes me tildaron de loca.
Perritos paseanderos es una serie que hice con mucho amor, no sólo hacia estos seres de naturaleza tan noble, sino hacia sus dueños con quienes me siento identificada en tener la misma “ideología perruna” de compartir la vida con el compañero más fiel e incondicional que el hombre puede tener: el perro.
Liliana Sánchez, 2010